miércoles, 24 de septiembre de 2014

Homenaje a Bruzzone

Dos banfileños en el homenaje a Bruzzone
El domingo 31 de agosto se llevó a cabo un torneo en homenaje a Gustavo Bruzzone, ajedrecista desaparecido por la dictadura en Rosario en 1977. La actividad se propone vincular los derechos humanos con el juego para recordar a las víctimas de secuestro durante la dictadura militar y promover el ajedrez en la sociedad. “Es el sexto torneo que hacemos y, como hace un mes antropólogos descubrieron los restos de Gustavo en un cementerio, decidimos hacerle un homenaje particular”, explicó Pablo Mocca, responsable de Peón Vuelve, organización que impulsó el evento.
Dos ajedrecistas del CAB disputaron el evento. Guillermo Mazza con 4 puntos sobre 7 partidas, compartiendo el puesto 35/57 y Javier Lopez con 3 sobre 7 compartiendo la ubicación 87/107.
La actividad comenzó a las 15 en la sede de Unidos y Organizados, ubicado en Pueyrredón 19. Más de 140 jugadores profesionales y amateurs participaron de un torneo con sistema suizo a siete rondas. El campeón fue el MI Nahuel Díaz, quien le ganó por sistema de desempate al peruano Kevin Cori Quispe.
Al promediar el torneo hubo además un acto en homenaje a Gustavo Bruzzone, quien tenía 22 años cuando fue secuestrado en Rosario el 19 de marzo de 1977. Al momento de su desaparición militaba en la Juventud Peronista y era un talentoso ajedrecista. En julio pasado, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó su cuerpo. El 31 de agosto, Bruzzone hubiera cumplido 60 años.
Tomaron la palabra el diputado nacional Horacio Pietragalla; el referente de derechos humanos Julio Morresi y el MI Juan Carlos Hase, amigo y profesor de Gustavo. Además se proyectó un fragmento del documental Deporte, Desaparecidos y Dictadura, basado en el libro homónimo de Gustavo Veiga, que se refería al ajedrecista santafesino.
“Fue un evento de alegría muy emotivo, porque compañeros ajedrecistas y de militancia de Gustavo mandaron cartas en homenaje. Entendemos que es muy importante que sea reconocido en su ámbito de pertenencia”, aseguró Mocca.


sábado, 5 de abril de 2014

Gran libro para entrenadores y profesores

CÓMO ENSEÑAR AJEDREZ. El entrenamiento en ajedrez
Uwe y Ernst Bönsch
456 páginas
Formato: 170 x 240 mm
Encuadernación: cartoné
PVP: 40 euros



PAIDOTRIBO ha publicado recientemente un gran libro, del que son autores los hermanos Ernst y Uwe Bönsch. El segundo es un reputado gran maestro y el primero un prestigioso pedagogo, profesional de la enseñanza.
Advierto, desde ya, al lector, antes de cantar y contar las excelencias de esta obra, que soy parte interesada, pues tuve el honor de traducirla al castellano.
La nota de contracubierta reza así:
 
CÓMO ENSEÑAR AJEDREZ es un manual de referencia, moderno y metódico, para la instrucción en todos los niveles de ajedrez. Tanto para el que se inicia o cuenta con unos conocimientos modestos como para el jugador más avezado, el libro, desde una metodología gradual y bien estructurada, facilita el aprendizaje y la asimilación de los nuevos conceptos.
 
Una descripción modesta y ciertamente contenida, pues los méritos del texto son mucho mayores. 
El libro consta de diez extensos capítulos, minuciosamente estructurados, como corresponde al tradicional sentido germánico de la sistematización. Son éstos:
 
1. Acerca de la naturaleza del ajedrez (7 páginas)
2. Desarrollo histórico progresivo de las teorías del juego, escuelas de ajedrez y tendencias (45)
3. Enseñanza y entrenamiento metódico, concepción fundamental del ajedrez deportivo (71)
4. Programa de enseñanza e instrucción para transmitir los fundamentos técnicos con material estructurado (87)
5. Cuadro sinóptico del sistema de aperturas y variantes (25)
6. Ejercicios para instruir y entrenar (78)
7. Plan marco de entrenamiento (38)
8. Material de trabajo para pedagogos de ajedrez (49)
 9. Código ético para entrenadoras y entrenadores deportivos (3)
10. Términos especiales de ajedrez (76)
 
Están precedidos de un prólogo del profesor Hans-Jürgen Höchgrafe, director de instrucción de la Federación Alemana de Ajedrez, y un prólogo de los propios autores.
El GM Uwe Bönsch era, en el momento de publicarse el libro, el entrenador jefe y seleccionador de la Federación Alemana, mientras que Ernst Bönsch había publicado ya interesantes y lúcidos trabajos sobre la enseñanza e instrucción ajedrecísticas.
Si el contenido de los dos primeros capítulos es irreprochable y tiene un indudable interés para cualquier jugador, sea o no debutante, la verdadera fuerza de la obra radica en los seis siguientes, que responden de forma más que eficiente al proyecto de la Federación Alemana de convertir el libro en la biblia oficial para sus 1.300 entrenadores titulados.
No está mal tampoco que los Bönsch nos sirvan en bandeja un código ético, siempre conveniente en lugares y horas en que la moral y la ética no están en su punto álgido.
El último capítulo sobre léxico y vocabulario ajedrecístico incluye simbología, descripciones de mates y variantes del juego, y un útil minidiccionario inglés/español, que los participantes en torneos abiertos sin duda agradecerán.
Pero vamos a centrarnos en los capítulos estrella (3, 4, 6, 7 y 8).
Sería prolijo describir estos capítulos en una reseña que, forzosamente, ha de ser breve, pero a modo de ejemplo, me permitiré incluir una segmentación no completa del tercero:

3.1.1 Aspectos del planteamiento de problemas en la enseñanza del ajedrez
3.1.2 Principios didáctico-metodológicos para la formación en ajedrez
3.1.2.1 Principio de uniformidad en la formación y educación del ajedrecista
3.1.2.2 Principio de sistematización
3.1.2.3 Principio de comprensión
3.1.2.4 Principio de claridad
3.1.2.5 Principio de la adquisición permanente de conocimientos, y desarrollo de las capacidades y cualidades específicas para el juego
3.2. El entrenamiento en ajedrez (y aquí se nos habla del proceso de reflexión específico, de la reducción de variantes en el proceso de cálculo, incluso del proceso de pensamiento según el investigador holandés de Groot)
3.2.2.1 Orientación teórica de las formas de entrenamiento
3.2.2.2 Formas de entrenamiento y competición orientadas a la práctica (y aquí los autores señalan las diferencias entre competición y entrenamiento, distinguen el entrenamiento habitual del conveniente al acercarse el torneo, partidas de entrenamiento, formas de instrucción estratégica, desarrollo de la capacidad táctica, partidas en consulta, escuela de finales, objetivos y tareas para antes y después de la partida de competición, etc.)
3.3 Papel del entrenador/instructor en el proceso de formación ajedrecística (requerimientos de la personalidad de los profesores, tareas y actividades características, implementación de una formación ajedrecística específica, científicamente fundada, organización de actividades regulares, orientación a los jugadores jóvenes, estimular la ambición, inculcar una vida sana, perfeccionamiento constante, etc.).

El cuarto capítulo es el más extenso y contiene prácticamente un curso de ajedrez, con la novedad de que propone la creación de hojas temáticas de ejercicios y una especie de examen final que el estudiante debe superar.
El quinto capítulo es puramente descriptivo sobre el mapa de aperturas.
El sexto está totalmente volcado a ejercicios y sus correspondientes soluciones. Pero hay que decir que muy acertados, muy bien elegidos y estructurados en secciones. Por ejemplo: mates en una, mates en dos, combinaciones elementales de mate, otras combinaciones, combinaciones de tablas, combinaciones simplificadoras, estudios, problemas de matemática ajedrecística y problemas humorísticos.
El séptimo es también muy útil. El subtítulo del mismo lo dice todo: Directrices para el entrenamiento de los jugadores/as de talento en la Federación Alemana de Ajedrez. Es, por tanto, un texto de política deportiva, con excelente planificación.
El octavo, por fin, más que para el estudiante, está destinado a profesionales o personas que ejercen algún tipo de actividad deportiva (entrenadores, árbitros, instructores o monitores), pues habla de disposiciones, sistemas de juego y, por supuesto, incluye reglamentos y todo tipo de normativa.

Los mayores aciertos del libro se derivan de la enorme competencia de los autores: pedagogía, técnica e información van de la mano, expuestas con un lenguaje claro, a pesar de que, en algunos casos, los temas tratados exigen explicaciones de cierto nivel, como cuando se nos habla del funcionamiento del cerebro o de cuestiones psicológicas. Si, por último, tengo que destacar algo, me quedo con la gran calidad de los ¡979 ejercicios!, no sólo bien elegidos, sino, lo que es, al menos, igual de importante, su estructuración temática.
Nos encontramos, pues, ante un manual de altos vuelos, una auténtica summa. Un gran libro. Un libro extraordinario. Una auténtica joya.
 
(Nota extraida del blog El cubo de Rubik-Antonio Gude)
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miércoles, 5 de febrero de 2014

Las moscas se equivocan

El diario de Leontxo 7 (Extraído de Chessbase.com)

Pardo, de 18 años, 2.450 puntos de Elo, ganó ayer con negras a la gran esperanza rusa, Dánil Dúbov, de 17 y 2.614. “Él es fortísimo en cuando a profundidad de conceptos y juego posicional; de modo que he complicado mucho la partida desde la apertura. El resultado lógico hubiera sido tablas, pero él quería ganar, y me he aprovechado de ello”, me explicó modestamente el alicantino tras seis horas de lucha muy dura. Pardo es un superdotado, que logró varios éxitos en competiciones de matemáticas durante su adolescencia. Su Elo actual no es suficiente para que se le pueda recomendar el paso inmediato al profesionalismo, de modo que ha optado por una decisión muy sensata: “Estudio una carrera de doble grado, Matemáticas e Ingeniería Física; así tendré un plan B si mi progreso en ajedrez no es tan grande como me gustaría”.
Mucho más difícil es ver con claridad la decisión correcta en el caso del madrileño David Antón, actual subcampeón del mundo sub 18, con 2.557 puntos y una clara tendencia ascendente. A juzgar por la calidad y resultados mostrados hasta ahora, no es arriesgado vaticinar que pasará holgadamente de los 2.600, y parece incluso capaz de rebasar los 2.700, lo que le daría muchas probabilidades de lograr unos ingresos suficientes para una vida sin angustias. Pero, como es lógico, sus padres no lo ven claro, y le han convencido para que estudie Matemáticas. De momento, está claro que es capaz de que ambas actividades sean compatibles –la medalla de plata en el Mundial hace poco más de un mes es un clara muestra- pero también es obvio que no podrá dedicarse con la intensidad de un profesional.
En un caso como el de Antón, estando cerca de los 2.600 a los 18 años, mi consejo sería retrasar unos años (entre dos y cuatro) la entrada en la universidad a cambio de una dedicación seria y muy intensa (ocho o más horas diarias casi todos los días) a entrenar y jugar torneos, lo que permite aclarar dos incógnitas fundamentales: si el progreso deportivo es consistente y si uno se adapta a la peculiar vida de un ajedrecista profesional, con sus viajes muy frecuentes y todo lo que ello implica. Al cabo, estudiar una carrera unos años después de lo normal no tiene ningún inconveniente grave, y la vida de ajedrecista trotamundos –al menos, la de un jugador de alto nivel- también deja enseñanzas muy útiles en otros ámbitos.
Una elección quizá más equilibrada es la de Iván Salgado, de 22 años, actual campeón de España absoluto, quien estudia la carrera de Psicología por correspondencia, lo que le permite viajar mucho más que Antón o Pardo. Recientemente tomó la decisión de mudarse a Sofía para entrenar diariamente con su colega y amigo Iván Cheparínov. Además del talento necesario para llegar hasta su categoría actual (2.597 puntos), en su caso hay una capacidad de trabajo y una disciplina extraordinarias.
En el otro lado de la balanza encontramos a Irene Nicolás, actual subcampeona del mundo sub 16, cuyo enorme talento es asimismo evidente. Se sentía muy incómoda en el colegio, y ha decidido no cursar el bachillerato para dedicarse sólo al ajedrez y estudiar un módulo de Farmacia, lo que la permitirá trabajar en la que regentan sus padres en Benidorm si lo logra alcanzar la categoría requerida como jugadora para vivir de sus torneos; en el caso femenino, esa cota está, más o menos, a partir de los 2.500 puntos, y ella tiene ahora 2.249.
Paco Vallejo, también participante en Gibraltar, es un ejemplo de que esa apuesta no es tan arriesgada como puede parecer, siempre y cuando hablemos de jugadores con talento extraordinario. El menorquín, ahora con 31 años, fue subcampeón del mundo sub 10 y sub 12, y bronce sub 14, antes de ser campeón del mundo sub 18. Después empezó la carrera de Educación Física, pero la dejó enseguida. Ha estado casi siempre entre los 50 mejores del mundo desde 2002 (fue el 20º e 2011, con 2.724 puntos), y fue contratado como analista en diferentes momentos por Anand y Topálov cuando eran campeones del mundo. Nunca ha sufrido problemas económicos. En realidad, tiene talento suficiente para estar aún más arriba, pero él ha preferido no entrenar con tanta dureza y disfrutar más de la vida.
A veces, cuando veo esos programas de televisión infectos, denominados “telebasura” (permítame el lector que emplee una palabra malsonante, telemierda, en aras de una mayor precisión en el lenguaje), pienso en la enorme injusticia de que unos personajes despreciables ganen tanto dinero por airear las intimidades propias o de otros, cuando abundan los talentos para la ciencia, el arte o el ajedrez que malviven o deben trabajar en lo que no es su pasión para asegurarse el pan. Pero el mundo es como es, y no como nos gustaría que fuese.
Crónica: Leontxo García