martes, 5 de febrero de 2013

Al ajedrez juegan cuatro frikis (parte 2).

Editorial
 
Al ajedrez juegan cuatro frikis (parte 2).
 
Este artículo podría titularse “Pronto jugarán solo 3 frikis por las trabas y dificultades que nos ponen”.Cada vez menos recursos para tirar adelante nuestra afición.

Me siento halagado hasta cierto punto y desbordado por la calurosa y entusiasta acogida de mi espontáneo (y nada meditado) artículo publicado en Ajedrez ND a principios de enero de 2013 titulado “Al ajedrez juegan cuatro frikis”.
Ver artículo en este enlace: http://www.ajedreznd.com
 
Numerosos amigos y conocidos del ámbito del ajedrez y, lo mas gratificante, muchos desconocidos de diferentes puntos de España, incluso de Latinoamérica, me han escrito por diferentes vías para felicitarme, compartir alguna reflexión o, simplemente, pedirme permiso para difundir mi modesto escrito.  También, varios Grandes Maestros y Maestros Internacionales, la mayoría que conozco personalmente, y alguno que no, me han escrito y se lo agradezco sinceramente.

Esta difusión me empujó a intentar buscar algo más de información por vías, digamos menos convencionales y públicas y contactar con personas expertas de diferentes federaciones deportivas y algunas otras fuentes que no puedo revelar, más que nada porque las opiniones, no son datos y el rigor me impide realizar afirmaciones sin soporte numérico o documental y porque me han rogado anonimato.
 
Un dato que es, más que friki, directamente espeluznante, es el dato de recortes al deporte en España. A nivel de ajedrez federativo, entre 2011 y 2013 (estimado) pasa a ser de casí 1/3 de la cifra de 2011, reducción de más del 65%. El recorte, necesario a todos los niveles en este país, es significativamente mayor en deporte y, brutal, en ajedrez.
Hay una pequeña puntualización en cuanto a los datos de mi primer escrito en el número de licencias. En muchos deportes, solo se federa a un deportista cuando alcanza unos mínimos o requisitos. En el caso del ajedrez, te federas instantáneamente cuando lo deseas. En esos deportes de mínimos, el resto de licencias son autonómicas y no cuentan para el Consejo Superior de deportes. Igualmente, aunque me aclaren esto, los números que publiqué son sangrantes en contra del ajedrez, guste o no.
Fuentes consultadas, consideran que el CSD no nos trata como a frikis, sino que consideran bien al ajedrez. Menos mal, me permito opinar. Menos mal. Supongo que los ajedrecistas somos exigentes o, simplemente, querríamos algo más de reconocimiento y apoyo a nuestro deporte.
Se intenta justificar el baile de cifras aludiendo a que en muchos deportes hay que dotar de infraestructuras o elementos para la práctica de los mismos, que son caros o que son difíciles de adquirir por los deportistas.
Señores, que en muchos clubs iría estupendamente una pizarra digital, que cuesta más de 2.000 euros. Y muchos clubs podrían comprar un ordenador portátil (o 2, o 3) para utilizarlo para clases o estudio de los socios. Y se podrían comprar más relojes, tableros y/o mesas. En fin, que es ridículo que se de más importancia a piraguas, canastas, escopetas o mesas de billar, que a nuestros elementos ajedrecísticos.
En contrapartida, es necesario hacer algo de autocrítica respecto a la poca o nula actividad de un gran porcentaje de ajedrecistas catalanes que solo juegan el “por equipos” y algún torneo el que más. Como no dispongo de datos de todo el 2012, he cogido la lista de la FCDE de Octubre de 2012, donde aparece la evaluación de ELO de los 7.851 jugadores con licencia en nuestra federación en ese momento. Cómo hay que hacer un “corte”, he cogido 27 partidas en ese período que detalla esa lista, disponible en www.escacs.cat, que serían 3 torneos de 9 rondas. Obviamente hay muchos de 26, 25, etc.., pero hay que cortar por algún sitio. Pues bien, hay 345 jugadores (entre los que me cuento) que, en esa lista, aparecen con 27 partidas o más. Es bastante significativo que sólo alrededor de un 5% sean tan activos, por las razones que sean. Obviamente muchos torneos de activos y rápidas no están incluidos si no computan para ELO. Seguramente, entre esos 345, o entre los 500 primeros, están los que juegan (jugamos) muchos de esos torneos.
Bien, quizá no sean “4 frikis” los que juegan al ajedrez pero si que, realmente, el número de jugadores que juegan con bastante regularidad, sin ser profesionales o maestros, no es muy alto y, de hecho, por ahí puede venir cierta pérdida de “fuerza” social del ajedrez: la falta de práctica habitual de una mayoría de los federados. El hecho de que haya muchísimos niños que no juegan más que escolares y ningún torneo, también puede ser un elemento distorsionador.
En lo que si he encontrado cierta unanimidad es en el “hecho diferencial catalán” del Club como unidad vertebradora del ajedrez en Catalunya. Las fuentes coinciden en que, en general, incluso en Catalunya, ya no se ven clubs abiertos por las tardes con gente jugando. El ajedrez se ha individualizado más que nunca. Internet ha hecho mucho bien pero, también, mucho mal. “Antes”, si querías jugar unas rápidas, te acercabas al club y te medías a tus compañeros. Hoy, te metes en ICC o cualquier portal de juego y puedes jugar con miles de jugadores de países recónditos y niveles dispares, con los que jamás podrías jugar de no ser por la red. Recuperar una mayor actividad en los clubs es un paso necesario, y difícil, para dar un mayor impulso al ajedrez.
Visto esto, el campeonato por equipos, el tradicional torneo donde más de 6.200 jugadores (creo que es el número) se movilizan durante 9 domingos por la mañana entre enero y marzo, con madrugones, desplazamientos, alegrías, tristezas, desayunos compartidos y algún que otro vermut al acabar, es el gran vertebrador de los clubs y, quizá, el último gran vestigio de la tradición de los clubs en Catalunya.
Dónde si que hay una cierta preocupación es en la consideración social del ajedrez. Los esfuerzos de pedagogos, prestigiosos periodistas expertos como Leontxo García, entre otros, y el trabajo de las escuelas de ajedrez y clubs, parecen, a veces, vanos ante la falta de sensibilidad (y presupuesto, entre otras cosas) para introducir, de verdad, y de manera ordenada, planificada y estructurada dentro de los planes de estudio, del ajedrez en las escuelas. Las iniciativas, en toda España, nacen mayoritariamente del esfuerzo y tesón de personas que, en cada localidad, escuela por escuela, con el apoyo, casi siempre, del Ayuntamiento de turno, o la Diputación o Consejo comarcal, llevan a cabo una tarea poco valorada, dura y, en ocasiones, frustrante, si no fuera por la satisfacción que comporta ver a tantos y tantos niños y niñas jugar y que, de ellos, vayan saliendo talentos que nutren los clubs y consiguen ese relevo generacional para este deporte-juego-ciencia que, para muchos es de frikis o de tipos raros, introvertidos y aislados socialmente.
Para nosotros, es más que un deporte, que un juego, que una ciencia. Es una pasión.

Ramón Caro, febrero de 2013.
 
 

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