Editorial
Al ajedrez juegan cuatro
frikis (parte 2).
Este artículo podría titularse “Pronto jugarán solo 3 frikis por las
trabas y dificultades que nos ponen”.Cada vez menos recursos para tirar
adelante nuestra afición.
Me siento halagado hasta cierto punto y desbordado por la calurosa y entusiasta acogida de mi espontáneo (y nada meditado) artículo publicado en Ajedrez ND a principios de enero de 2013 titulado “Al ajedrez juegan cuatro frikis”.
Ver artículo en este enlace:
http://www.ajedreznd.com
Numerosos amigos y conocidos del ámbito del ajedrez y, lo mas gratificante,
muchos desconocidos de diferentes puntos de España, incluso de
Latinoamérica, me han escrito por diferentes vías para felicitarme,
compartir alguna reflexión o, simplemente, pedirme permiso para difundir mi
modesto escrito. También, varios Grandes Maestros y Maestros
Internacionales, la mayoría que
conozco personalmente, y alguno que no, me han escrito y se lo agradezco
sinceramente.
Esta difusión me empujó a intentar buscar algo más de información por vías, digamos menos convencionales y públicas y contactar con personas expertas de diferentes federaciones deportivas y algunas otras fuentes que no puedo revelar, más que nada porque las opiniones, no son datos y el rigor me impide realizar afirmaciones sin soporte numérico o documental y porque me han rogado anonimato.
Esta difusión me empujó a intentar buscar algo más de información por vías, digamos menos convencionales y públicas y contactar con personas expertas de diferentes federaciones deportivas y algunas otras fuentes que no puedo revelar, más que nada porque las opiniones, no son datos y el rigor me impide realizar afirmaciones sin soporte numérico o documental y porque me han rogado anonimato.
Un dato que es, más que friki, directamente espeluznante, es el dato de
recortes al deporte en España. A nivel de ajedrez federativo, entre 2011 y
2013 (estimado) pasa a ser de casí 1/3 de la cifra de 2011, reducción de más
del 65%. El recorte, necesario a todos los niveles en este país, es
significativamente mayor en deporte y, brutal, en ajedrez.
Hay una
pequeña puntualización en cuanto a los datos de mi primer escrito en el
número de licencias. En muchos deportes, solo se federa a un deportista
cuando alcanza unos mínimos o requisitos. En el caso del ajedrez, te federas
instantáneamente cuando lo deseas. En esos deportes de mínimos, el resto de
licencias son autonómicas y no cuentan para el Consejo Superior de deportes.
Igualmente, aunque me aclaren esto, los números que publiqué son sangrantes
en contra del ajedrez, guste o no.
Fuentes
consultadas, consideran que el CSD no nos trata como a frikis, sino que
consideran bien al ajedrez. Menos mal, me permito opinar. Menos mal. Supongo
que los ajedrecistas somos exigentes o, simplemente, querríamos algo más de
reconocimiento y apoyo a nuestro deporte.
Se intenta
justificar el baile de cifras aludiendo a que en muchos deportes hay que
dotar de infraestructuras o elementos para la práctica de los mismos, que
son caros o que son difíciles de adquirir por los deportistas.
Señores, que en muchos clubs iría estupendamente una pizarra digital, que cuesta más de 2.000 euros. Y muchos clubs podrían comprar un ordenador portátil (o 2, o 3) para utilizarlo para clases o estudio de los socios. Y se podrían comprar más relojes, tableros y/o mesas. En fin, que es ridículo que se de más importancia a piraguas, canastas, escopetas o mesas de billar, que a nuestros elementos ajedrecísticos.
Señores, que en muchos clubs iría estupendamente una pizarra digital, que cuesta más de 2.000 euros. Y muchos clubs podrían comprar un ordenador portátil (o 2, o 3) para utilizarlo para clases o estudio de los socios. Y se podrían comprar más relojes, tableros y/o mesas. En fin, que es ridículo que se de más importancia a piraguas, canastas, escopetas o mesas de billar, que a nuestros elementos ajedrecísticos.
En
contrapartida, es necesario hacer algo de autocrítica respecto a la poca o
nula actividad de un gran porcentaje de ajedrecistas catalanes que solo
juegan el “por equipos” y algún torneo el que más. Como no dispongo de datos
de todo el 2012, he cogido la lista de la FCDE de Octubre de 2012, donde
aparece la evaluación de ELO de los 7.851 jugadores con licencia en nuestra
federación en ese momento. Cómo hay que hacer un “corte”, he cogido 27
partidas en ese período que detalla esa lista, disponible en
www.escacs.cat, que serían 3 torneos de 9 rondas. Obviamente hay muchos
de 26, 25, etc.., pero hay que cortar por algún sitio. Pues bien, hay 345
jugadores (entre los que me cuento) que, en esa lista, aparecen con 27
partidas o más. Es bastante significativo que sólo alrededor de un 5% sean
tan activos, por las razones que sean. Obviamente muchos torneos de activos
y rápidas no están incluidos si no computan para ELO. Seguramente, entre
esos 345, o entre los 500 primeros, están los que juegan (jugamos) muchos de
esos torneos.
Bien, quizá
no sean “4 frikis” los que juegan al ajedrez pero si que, realmente, el
número de jugadores que juegan con bastante regularidad, sin ser
profesionales o maestros, no es muy alto y, de hecho, por ahí puede venir
cierta pérdida de “fuerza” social del ajedrez: la falta de práctica habitual
de una mayoría de los federados. El hecho de que haya muchísimos niños que
no juegan más que escolares y ningún torneo, también puede ser un elemento
distorsionador.
En lo que
si he encontrado cierta unanimidad es en el “hecho diferencial catalán” del
Club como unidad vertebradora del ajedrez en Catalunya. Las fuentes
coinciden en que, en general, incluso en Catalunya, ya no se ven clubs
abiertos por las tardes con gente jugando. El ajedrez se ha individualizado
más que nunca. Internet ha hecho mucho bien pero, también, mucho mal.
“Antes”, si querías jugar unas rápidas, te acercabas al club y te medías a
tus compañeros. Hoy, te metes en ICC o cualquier portal de juego y puedes
jugar con miles de jugadores de países recónditos y niveles dispares, con
los que jamás podrías jugar de no ser por la red. Recuperar una mayor
actividad en los clubs es un paso necesario, y difícil, para dar un mayor
impulso al ajedrez.
Visto esto,
el campeonato por equipos, el tradicional torneo donde más de 6.200
jugadores (creo que es el número) se movilizan durante 9 domingos por la
mañana entre enero y marzo, con madrugones, desplazamientos, alegrías,
tristezas, desayunos compartidos y algún que otro vermut al acabar, es el
gran vertebrador de los clubs y, quizá, el último gran vestigio de la
tradición de los clubs en Catalunya.
Dónde si
que hay una cierta preocupación es en la consideración social del ajedrez.
Los esfuerzos de pedagogos, prestigiosos periodistas expertos como Leontxo
García, entre otros, y el trabajo de las escuelas de ajedrez y clubs,
parecen, a veces, vanos ante la falta de sensibilidad (y presupuesto, entre
otras cosas) para introducir, de verdad, y de manera ordenada, planificada y
estructurada dentro de los planes de estudio, del ajedrez en las escuelas.
Las iniciativas, en toda España, nacen mayoritariamente del esfuerzo y tesón
de personas que, en cada localidad, escuela por escuela, con el apoyo, casi
siempre, del Ayuntamiento de turno, o la Diputación o Consejo comarcal,
llevan a cabo una tarea poco valorada, dura y, en ocasiones, frustrante, si
no fuera por la satisfacción que comporta ver a tantos y tantos niños y
niñas jugar y que, de ellos, vayan saliendo talentos que nutren los clubs y
consiguen ese relevo generacional para este deporte-juego-ciencia que, para
muchos es de frikis o de tipos raros, introvertidos y aislados socialmente.
Para
nosotros, es más que un deporte, que un juego, que una ciencia. Es una
pasión.
Ramón Caro, febrero de 2013.
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